LA GRAN INGENIERÍA – LA AMPLIACIÓN DEL CANAL DE PANAMÁ: ¿ÉXITO O FRACASO?

Descubre cómo la ampliación del Canal de Panamá redefine el comercio mundial y plantea nuevos desafíos

El Canal de Panamá celebró su centenario en 2014, justo cuando se encontraba en medio de su mayor proyecto de ampliación, el Proyecto del Tercer Juego de Esclusas -conocido en español como la “ampliación del Canal de Panamá”. Como canal que sirve a más de 144 rutas marítimas, conectando 160 países y llegando a unos 1.700 puertos, esta famosa franja de agua tenía problemas para acomodar todo su tráfico de carga, especialmente los buques más grandes. Por ello, se llevó a cabo el Proyecto de Ampliación del Canal de Panamá para duplicar la capacidad del canal existente añadiendo un nuevo carril de tráfico, o tercera esclusa, que permitiera el paso de más barcos y de mayor tamaño por el canal.

Aunque el proyecto empezó a funcionar en 2007 -y se suponía que iba a abrirse en agosto de 2014 para coincidir con el centenario-, debido a algunos contratiempos, el canal ampliado empezó a funcionar comercialmente a pleno rendimiento el 26 de junio de 2016. A todos los efectos, la ampliación parece haber sido un éxito: de hecho, en marzo de 2018, la Autoridad del Canal de Panamá declaró oficialmente que 3.000 buques New Panamax habían cruzado la ampliación del canal durante sus primeros 20 meses de funcionamiento. A pesar de ello, meses después de su apertura aún quedan muchas dudas sobre la capacidad de funcionamiento y la seguridad del canal. En este artículo examinaremos el éxito del proyecto de ampliación del Canal de Panamá en el cumplimiento de sus objetivos de ampliar el canal y expandir la economía de Panamá.

Ampliación de las capacidades del canal

El tamaño de las cámaras de las esclusas y la profundidad del agua en el Canal dictan el tamaño de los barcos que pueden pasar. Antes del proyecto de ampliación, el canal podía permitir el paso de buques de hasta 5.000 TEU (Unidades Equivalentes de Veinte Pies), a menudo denominados “Panamax”; estos buques tenían hasta 106 pies de ancho, 965 pies de largo y 39,5 pies de calado. Sin embargo, con el desarrollo de buques aún más grandes, “post-Panamax”, el canal se hizo demasiado pequeño para que pasaran los buques de carga más modernos. Con la finalización de la ampliación, los buques post-Panamax pueden ahora pasar por el canal con hasta 13.000 TEUs, y un tamaño total de hasta 160 pies de ancho, 1.200 pies de largo y 50 pies de profundidad. Además de aumentar la capacidad de los buques (de 5.000 a unos 13.000 TEU), las nuevas esclusas también han creado un tercer carril de tráfico para estos nuevos buques, lo que significa que los otros dos carriles tienen ahora una mayor capacidad para los buques más pequeños. Esta ampliación es importante porque permite el paso de buques de mayor tamaño y frecuencia que se dirigen a los puertos de la Costa Este y del Golfo de Estados Unidos. Tradicionalmente, estos buques (normalmente procedentes de Asia) han tenido que pasar por el Suez, ya que el Panamá era demasiado pequeño, pero ahora pueden utilizar también el Panamá, aumentando enormemente su competitividad.

Beneficios financieros

El aumento de la capacidad del canal implica un enorme incremento de la cantidad de mercancías que pasan por sus aguas. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) calcula que el efecto combinado de 12 a 14 buques Panamax más grandes al día (una media de aproximadamente 4.750 buques al año), junto con el tránsito continuado de buques más pequeños, duplicará la capacidad, aumentando el caudal del Canal de 300 millones de toneladas a 600 millones de toneladas del Sistema Universal de Medición del Canal de Panamá.

Esto, a su vez, se traduce en mayores ingresos por peajes y más beneficios económicos para la economía de Panamá. El Canal de Panamá ya estaba aumentando sus ingresos por peajes antes de la ampliación: alcanzaron los 1.994 millones de dólares en el año fiscal 2015, un aumento del 4,4% respecto al año fiscal 2014.

Pero con la ampliación del canal, éste puede competir con el de Suez, recuperando lo perdido por éste en los últimos 5-10 años y aumentando considerablemente los ingresos por peaje. Según la ACP, el tercer juego de esclusas producirá una tasa interna de retorno del 12%, lo que supondrá unos beneficios financieros definitivos. De hecho, estiman que los peajes aumentarán a un ritmo medio anual del 3,5% durante 20 años.

Además, la ampliación del canal ha traído consigo oportunidades de empleo con la creación de más de 30.000 nuevos puestos de trabajo. Las autoridades afirman que esto es sólo el principio, y sugieren que las repercusiones más importantes en el empleo serán a medio y largo plazo. Esto se debe a que se derivarán del crecimiento económico estimulado por los ingresos adicionales generados por el canal ampliado, y del aumento de la actividad económica debido al incremento de la carga del canal y de los tránsitos de buques.

Sin embargo, a pesar de estos beneficios, sigue habiendo muchas dudas sobre el diseño y la viabilidad del canal a largo plazo, como veremos a continuación.

Vista aérea que muestra la nueva ampliación del Canal de Panamá. Fotografía por cortesía de la Autoridad del Canal de Panamá.

Preocupación por el medio ambiente

El proyecto de ampliación del Canal de Panamá suscita una serie de preocupaciones medioambientales. En particular, preocupa si habrá suficiente agua en el canal para barcos tan grandes. En otras palabras, si el agua no es lo suficientemente profunda, los gigantescos buques portacontenedores para los que se diseñó específicamente la ampliación no podrán transportar sus grandes cargas de contenedores marítimos a través de la vía acuática. Aunque las precipitaciones anuales suelen ser elevadas en Panamá, no están garantizadas, especialmente en la era del cambio climático y los patrones meteorológicos cada vez más erráticos. En 2016, por ejemplo, la temporada de lluvias se retrasó, probablemente a causa de El Niño. Sea cual sea el motivo, la escasez de agua hizo que la Autoridad del Canal de Panamá se viera obligada a aplicar medidas de precaución, introduciendo límites de peso para los buques que atravesaran las esclusas existentes al menos 3 veces durante ese año (2016).

Es cierto que las nuevas esclusas tienen un diseño único, muy discutido, de ahorro de agua con “cuencas de ahorro de agua”. Estas tres cuencas, que funcionan por gravedad, se llenan y vacían en cada una de las tres nuevas esclusas, reutilizando hasta el 60% del agua que pasa por ellas.

Incluso con estas cuencas de reciclaje supersostenibles, el canal sigue dependiendo de su fuente principal -el lago artificial Gatún- para proporcionar el doble de agua que antes, ahora que las nuevas esclusas están en uso.

El lago Gatún es también la fuente de aproximadamente la mitad del agua potable del país. Eric Jackson, editor de la revista online Panama News, sostiene que la ampliación del canal puede contaminar una importante fuente de agua potable, y señala que los estudios de Delft HydraulicsWPSI Inc. y DHI para sugerir que las cuencas de ahorro de agua propuestas permitirán que entre más agua salada en el lago Gatún. En respuesta, la ACP dice que este problema se elimina simplemente “lavando” las nuevas esclusas con agua dulce del lago Gatún, pero esto parece anular el objetivo de las cuencas de ahorro de agua. Es difícil saber el alcance del riesgo de contaminación en este caso; mientras que Jackson tiene algunas pruebas que respaldan su afirmación (los informes anteriores), una de las principales organizaciones medioambientales de Panamá, la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), argumenta en contra. Dicen que el nivel de salinización de las aguas del lago Gatún será muy bajo y, por tanto, no supondrá un problema. Sin embargo, el hecho de que haya más barcos y más grandes se traduce en una mayor cantidad de diésel y petróleo que se transporta por la vía acuática, lo que supone un mayor riesgo de contaminación en caso de siniestro.

¿Aumento de los riesgos?

Además de las preocupaciones medioambientales y de viabilidad, la ampliación del canal conlleva otros riesgos. Existe una gran preocupación por las posibilidades de que se produzcan accidentes en el Canal de Panamá ampliado debido a su estrechez. Algunos organismos del sector han sugerido que, con 427 m de largo y sólo 55 m de ancho, las nuevas esclusas son demasiado pequeñas para que los buques New-Panamax puedan pasar con seguridad. Para contextualizar, los buques más grandes pueden medir hasta 366 m de largo y 49 m de ancho, lo que deja libre una distancia de sólo 6 m a lo ancho del canal. El margen de error para navegar por las nuevas esclusas es, por tanto, mínimo.

Además, un estudio conjunto de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) y de la Fundação Homem de Mar (FHM) de Brasil reveló que, en condiciones de viento, la maniobrabilidad de los buques se vería comprometida, lo que haría muy probable los accidentes debido a las estrechas dimensiones de la esclusa. Además de las condiciones meteorológicas, el riesgo de colisión o encallamiento se ve agravado por la creciente congestión de los canales a medida que aumentan los buques que los atraviesan, y por la existencia de un estrecho pasaje llamado “Corte Culebra” en una parte del canal, que tiene muchas curvas cerradas y paredes de roca escarpadas. Por si fuera poco, las nuevas esclusas utilizan remolcadores en lugar de las tradicionales “mulas”. Estos remolcadores estarán en la cámara de la esclusa con el buque que la atraviesa, lo que significa que, además de la estrechez del canal, las bañeras contribuyen a aumentar el potencial de contacto con las paredes de la esclusa.

Las filtraciones de agua también son motivo de preocupación. La filtración de agua a través de las paredes de cemento de las nuevas esclusas fue uno de los muchos problemas que retrasaron la apertura de la ampliación del Canal de Panamá.

Estos muros de cierre defectuosos no se derribaron y sustituyeron, sino que se reforzaron. Por ello, es comprensible que haya muchos temores de que la ampliación terminada se base en un producto defectuoso. Esto es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que la posibilidad de que un gran barco choque contra las esclusas no es del todo improbable.

Los barcos más grandes que ahora pasan por el canal suponen mayores riesgos simplemente por su tamaño. La gran cantidad de carga que transportan significa que si se produce un siniestro grave, tiene el potencial de provocar una pérdida considerable de bienes y vidas, y causar un trastorno importante.

Conclusión: ¿un proyecto de vanidad o un verdadero impulso para el crecimiento de Panamá?

El proyecto de ampliación del Canal de Panamá demuestra el asombroso potencial de la “gran ingeniería”; muchos críticos han apuntado a los excesos de presupuesto y de plazos del proyecto, arremetiendo contra las empresas implicadas por el hecho de que haya tardado una década en completarse. Pero si tenemos en cuenta que la última construcción del Canal de Panamá duró 100 años, 10 años no parecen nada: esta reducción porcentual del tiempo de construcción del canal sólo ha sido posible gracias al avance de las nuevas tecnologías de ingeniería. Además, el proyecto ha aportado indudables beneficios económicos al país, y es un motivo de orgullo para sus habitantes.

Aún persiste la preocupación por los problemas de seguridad y medioambientales asociados al nuevo canal. Muchos afirman también que se trata de un proyecto de vanidad de la élite y que los beneficios económicos no llegarán al pueblo panameño. La página web Consejo de Asuntos Hemisféricos (COHA) declaró en un comunicado de prensa que la ampliación del Canal de Panamá estaba vinculada a los intereses comerciales de los contables, banqueros y abogados del país, así como de sus homólogos estadounidenses y mundiales, pero que en realidad no beneficiaría a los lugareños. Otros críticos también han señalado el hecho de que el proyecto carece de un plan de desarrollo social que lo acompañe. Aunque el entonces presidente Torrijos, que propuso el canal en 2006, aceptó la petición de elaborar uno con la mediación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, desde entonces han surgido pocos resultados concretos.

En general, el canal es una hazaña de “gran ingeniería” que promete aportar a Panamá beneficios económicos concretos. Pero aún está por ver si esto se traducirá en un bien social para la población, y las apremiantes preocupaciones medioambientales y de riesgo hacen que sea necesario poner en marcha rápidamente medidas para garantizar la prevención de posibles incidentes -y víctimas-.

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By: Worldsensig

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