A excepción del caso poco frecuente de una unidad de roca completamente no fracturada, la mayoría de los macizos rocosos pueden considerarse conjuntos de bloques de roca intactos delineados en tres dimensiones por un sistema de discontinuidades. Estas discontinuidades pueden presentarse como características únicas orientadas aleatoriamente o como miembros repetidos de un conjunto de discontinuidades. Este sistema de discontinuidades estructurales se conoce generalmente como la estructura estructural del macizo rocoso y puede consistir en superficies de estratificación, diaclasas, foliación o cualquier otra ruptura natural en la roca. En la mayoría de los casos, las propiedades de ingeniería de los macizos rocosos fracturados, como la resistencia, la permeabilidad y la deformabilidad, dependen más de la naturaleza de la estructura estructural que de las propiedades de la roca intacta.
Por esta razón, los profesionales en el campo de la mecánica de rocas han desarrollado los siguientes parámetros para caracterizar la naturaleza de las discontinuidades que conforman la estructura estructural:
Orientación: La orientación de una discontinuidad se define mejor mediante dos parámetros angulares: inclinación y dirección de inclinación.
Persistencia: La persistencia se refiere a la continuidad o extensión superficial de una discontinuidad y es particularmente importante porque define el volumen potencial de la masa de falla. La persistencia es difícil de cuantificar; el único medio confiable es el mapeo de las exposiciones del lecho rocoso.
Espaciamiento: La distancia entre dos discontinuidades del mismo conjunto medida normal a las superficies de la discontinuidad se denomina espaciamiento. Juntos, la persistencia y el espaciamiento de las discontinuidades definen el tamaño de los bloques. También influyen en la dilatación de la masa rocosa durante el desplazamiento por corte y determinan hasta qué punto las propiedades mecánicas de la roca intacta regirán el comportamiento de la masa rocosa.
Propiedades de la superficie: La forma y la rugosidad de la discontinuidad constituyen sus propiedades de superficie, que tienen un efecto directo en la resistencia al corte.
Rellenos: Los minerales u otros materiales que se encuentran entre las paredes de roca intacta de las discontinuidades se denominan rellenos. Su presencia puede afectar la permeabilidad y la resistencia al corte de una discontinuidad. Los minerales secundarios, como la calcita o el cuarzo, pueden proporcionar una cohesión significativa a lo largo de las discontinuidades. Sin embargo, estos rellenos delgados son susceptibles a sufrir daños por voladuras, lo que da como resultado una pérdida total de la cohesión.
Para todos los materiales rocosos, excepto los muy débiles, el análisis de la estabilidad de los taludes rocosos es fundamentalmente un proceso de dos partes. El primer paso es analizar la estructura del yacimiento para determinar si la orientación de las discontinuidades podría dar como resultado la inestabilidad del talud en cuestión. Esta determinación se realiza generalmente por medio de un análisis estereográfico de la estructura y a menudo se lo denomina análisis cinemático (Piteau y Peckover 1978). Una vez que se ha determinado que existe un modo de falla cinemáticamente posible, el segundo paso requiere un análisis de estabilidad de equilibrio límite para comparar las fuerzas que resisten la falla con las fuerzas que la causan. La relación entre estos dos conjuntos de fuerzas se denomina factor de seguridad, FS.
Como se muestra en la Figura 1, la mayoría de las fallas en taludes de roca se pueden clasificar en una de cuatro categorías según el tipo y grado de control estructural:
Desde la perspectiva del diseño de taludes rocosos, la característica más importante de una discontinuidad es su orientación, que se define mejor mediante dos parámetros: inclinación y dirección de inclinación [Figura 2(a)]. El ángulo de inclinación se refiere a la inclinación del plano por debajo de la horizontal y, por lo tanto, varía de 0 a 90 grados. La dirección de inclinación del plano es el acimut en el que se mide la inclinación máxima y varía de 0 a 360 grados. La dirección de inclinación difiere de la dirección del rumbo en 90 grados y es el parámetro preferido para evitar ambigüedades en cuanto a la dirección de inclinación. Estos valores se determinan mediante mediciones con brújula en afloramientos rocosos, técnicas de perforación orientada o interpretación de tendencias estructurales geológicas. La interpretación de estos datos estructurales geológicos requiere el uso de proyecciones estereográficas que permiten representar y analizar en dos dimensiones los datos de orientación tridimensionales.
El profesional en taludes rocosos puede consultar el trabajo de Hock y Bray (1981), Hock y Brown (1980) y Goodman (1976) para un tratamiento en profundidad de los principios del análisis estereográfico; estas técnicas son esenciales para el diseño de taludes rocosos. Las presentaciones estereográficas eliminan una dimensión de la consideración, de modo que los planos se pueden representar mediante líneas y las líneas mediante puntos. Los análisis estereográficos consideran únicamente las relaciones angulares entre líneas, planos y líneas y planos. Estos análisis no representan de ninguna manera la posición o el tamaño de la característica. El concepto fundamental de las proyecciones estereográficas consiste en una esfera de referencia que tiene una orientación fija de su eje con respecto al norte y de su plano ecuatorial con respecto a la horizontal [Figura 2(b)]. Las características lineales con una inclinación y una tendencia específicas se posicionan en un sentido imaginario de modo que el eje de la característica pase por el centro de la esfera de referencia. La intersección de la característica lineal con la mitad inferior de la esfera de referencia define un punto único [Figura 3(a)].
Dependiendo del tipo de proyección estereográfica, este punto se rota hacia abajo hasta un punto único en el estereograma. Para los fines de esta discusión, solo se considerarán las redes de áreas iguales, aunque el lector debe saber que también se pueden utilizar proyecciones de ángulos iguales. Las características lineales con inclinaciones poco profundas se trazan cerca de la circunferencia de la proyección estereográfica, mientras que aquellas con inclinaciones pronunciadas se trazan cerca del centro. De manera similar, las características planares se posicionan de modo que la característica pase por el centro de la esfera de referencia y produzca una línea de intersección única con la mitad inferior de la esfera de referencia [Figuras 2(b) y 3(b)]. La proyección de esta línea de intersección sobre el gráfico estereográfico da como resultado una representación única de ese plano denominada círculo máximo. Los planos con buzamientos poco profundos tienen círculos máximos que se trazan cerca de la circunferencia de la red, y aquellos con buzamientos pronunciados se trazan cerca del centro.
Los planos se utilizan para representar tanto discontinuidades como caras de pendiente en los análisis estereográficos. Un método alternativo útil para representar planos es utilizar la normal al plano. Esta normal en una proyección estereográfica será un punto único que se conoce como el polo del plano [Figura 3(b)]. Los datos de mapeo estructural de discontinuidades a menudo se trazan en el formato de polo en lugar del formato de círculo máximo para detectar la presencia de orientaciones preferidas, definiendo así conjuntos de discontinuidades, y para determinar valores medios y extremos para las orientaciones de estos conjuntos. Como se muestra en la Figura 4, este proceso se puede facilitar mediante el trazado de contornos para acentuar y distinguir las características repetitivas de las características aleatorias o únicas.
Los métodos gráficos computarizados facilitan en gran medida el análisis de grandes cantidades de datos estructurales. Sin embargo, cuando se trata de menos de 50 puntos de datos, el trazado y análisis manual probablemente sea más eficiente. La intersección de dos planos define una línea en el espacio que se caracteriza por una tendencia (de 0 a 360 grados) y una caída (de 0 a 90 grados). En la proyección estereográfica, esta línea de intersección se define en el punto en el que se cruzan los dos círculos máximos, y la tendencia y la caída de este punto se determinan mediante principios estereográficos convencionales. Es interesante observar que la línea de intersección, representada por un punto en una estereografía, es el polo de un círculo máximo que contiene los polos de las dos discontinuidades que forman cuñas.
El análisis de las discontinuidades en los macizos rocosos es esencial para comprender y predecir el comportamiento de las masas rocosas en diversas condiciones geotécnicas. Parámetros como la orientación, persistencia y espaciamiento, junto con las propiedades superficiales y los rellenos, influyen en la resistencia y estabilidad de los taludes. Al utilizar análisis estereográficos y métodos de equilibrio límite, los ingenieros pueden diseñar soluciones seguras y eficientes, minimizando el riesgo de fallas estructurales.
By: Ph.D Carolina Hernández Valerio
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